Cómo influyen las estructuras neuronales en el desarrollo de la vida diaria, según su funcionalidad y ubicación
El Tálamo
Es una estructura neuronal que se origina en el diencéfalo, es la estructura más grande de esta zona. Se ubica en el centro del cerebro, encima del hipotálamo y separado de éste por el surco hipotalámico de Monroe. Comprende dos zonas ovoides de sustancia gris, ubicada a ambos lados del tercer ventrículo, las cuales no son paralelas entre sí, sino que sus extremos anteriores están más cercanos que sus extremos posteriores. Su localización es muy importante, ya que sí está sufriera algún daño no podríamos recibir ciertos estímulos, por este motivo está en el centro del encéfalo.
Los estímulos dirigidos a la corteza cerebral, son filtrados en el tálamo, quien decide si siguen o terminan su camino, calificando de triviales, de igual manera, al estar conectado a la corteza cerebral por la vía córtico-talámica, es un interconector, si hay una disfunción en el tálamo afecta a la corteza.
Una de sus principales funciones, es el análisis e integración de la funciones sensitivas y motoras, está implicado en funciones superiores como lo es, la atención, el lenguaje, la memoria y la función ejecutiva (actividades mentales complejas necesarias para organizar, planificar, gestionar y evaluar el comportamiento humano), para lograr el proceso de adaptación del entorno y alcanzar metas.
El tálamo participa en la percepción consciente del dolor y en la generación del dolor crónico (ya sean cefaleas, neuralgias, dolores musculares o articulares), subiendo o bajando el “volumen” de nuestra sensibilidad al dolor. El Síndrome del Dolor Talámico, es un caso extremo en el que una patología, tal como un accidente cerebrovascular (ACV), afecta la estructura misma del tálamo y éste pierde en mayor grado su funcionalidad. Un dolor que persiste semanas o meses después de ocurrido un ACV, es indicativo del dolor talámico. Sin embargo, en la enorme mayoría de los casos de dolor crónico, el tálamo sólo está afectado parcialmente en su capacidad de filtrar con eficacia los impulsos dolorosos que llegan a la conciencia. En estos casos, el objetivo es normalizar la regulación talámica del dolor, lo que equivale a subir el umbral del dolor ante los estímulos.
Con la mediación del tálamo, también se produce la respuesta emocional a las sensaciones. El dolor es una experiencia sensorial y emocional. En muchas ocasiones, existe una sensación, el dolor en sí, y una emoción asociada, ya sea irritabilidad, ansiedad, miedo o tristeza. La respuesta emocional a la sensación dolorosa la transforma en sufrimiento. El dolor en sí mismo, no es sufrimiento: se torna sufrimiento cuando le añadimos una emoción negativa. El estudio del cerebro en pacientes con dolor, demostró que se activan tanto las áreas cerebrales de dolor como las que generan emociones. Esto confirma la definición del dolor como una experiencia sensorial y emocional. Teniendo grandes intervenciones terapéuticas, enfocados en aquellos pacientes con dolores crónicos, ya que han creado una conexión entre el dolor y la emoción (somatización), el cual puede generar una respuesta emocional con más dolor, causando o reforzando un desequilibro en el tálamo.
El Hipotálamo
Es una glándula endocrina que forma parte del diencéfalo y está justo debajo del tálamo, está formada por más de 90 núcleos y pesa alrededor de 4 grs. Tiene una función nerviosa relacionada con el sueño y con sensaciones como la sed y el hambre y otra endocrina, que coordina toda la función hormonal, es por ello, que toma parte en la coordinación de las actividades de los sistemas nerviosos y endocrino.
El hipotálamo produce hormonas que están relacionadas con la función de la Hipófisis. Los compuestos liberados por el hipotálamo activan o inhiben la producción de las hormonas de la hipófisis. Libera al menos nueve hormonas que actúan como inhibidoras o estimulantes en la secreción de otras hormonas en la Adenohipófisis, por lo que no se puede específica que trabaja en conjunto con ésta.
Sus principales funciones, es el control del sistema nervioso central, regulación del sistema endocrino, regulación de la temperatura corporal, regulación del comportamiento emocional, regulación del sueño y la vigilia, regulación de la ingesta de alimentos, agua y diuresis, generación y regulación del ciclo circadiano (ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas). Dentro de las funciones emocionales el hipotálamo, es el encargado de liberar todas las hormonas necesarias para sentir emociones, entre la coordinación de estos procesos emocionales, se encuentra la rabia, el placer y el miedo, como emociones resaltantes que causan regulación o inestabilidad al sistema nervioso.
El Hipocampo
El hipocampo, se describe como la curva que va desde el área del hipotálamo hasta la amígdala, forma parte de la corteza cerebral y es la zona del cerebro que se ocupa de la memoria. Su función, es muy importante, ya que, se encarga de convertir las cosas que están en tú mente ahora (memoria a corto plazo) en cosas que recordarás por un largo tiempo (memoria a largo plazo). El hipocampo tiene la gran tarea de transferir la información entre las memorias a corto plazo y largo plazo, se asegura de recordar desde pequeñas cosas hasta grandes cosas.
Los psicólogos y neurocientíficos, están generalmente de acuerdo en que el hipocampo tiene un papel importante en la formación de nuevos recuerdos de los acontecimientos que experimentamos, tanto episódicos (se refiere a recuerdos de momentos, emociones y detalles del contexto de episodios de la vida), como autobiográficos (recuerdo de eventos pasado de la vida de una persona). Parte de sus funciones consiste en la detección de acontecimientos, lugares y estímulos novedosos.
Lesiones severas del hipocampo producen profundas dificultades en la formación de nuevos recuerdos (amnesia anterógrada), también afecta los recuerdos formados antes de la lesión (amnesia retrógrada), aunque el efecto retrógrado normalmente se extiende a algunos años antes del daño cerebral, en algunos casos los recuerdos más antiguos permanecen. Esta preservación de los recuerdos antiguos ha llevado a la idea de que la consolidación a lo largo del tiempo implica la transferencia de recuerdos desde el hipocampo a otras partes del cerebro.
El daño al hipocampo no afecta a algunos tipos de memoria, como la capacidad de adquirir nuevas competencias motoras o cognitivas (tocar un instrumento musical o resolver ciertos tipos de acertijos lógicos) y diferentes regiones cerebrales. Además, los pacientes amnésicos muestran con frecuencia una memoria implícita para las experiencias, incluso en ausencia de conocimiento consciente.
El descubrimiento de las células de lugar en los años 1970 condujo a la teoría de que el hipocampo, puede actuar como un mapa cognitivo, es como una representación neural del esquema espacial del entorno. Es una observación frecuente donde si el hipocampo totalmente funcional, los seres humanos no recordarían donde han estado y como llegar al lugar donde se dirigen, la sensación de extravío, es uno de los síntomas más comunes de amnesia.
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