Cómo funcionan las emociones con la Amígdala Cerebral

 La Amígdala Cerebral 

 

Es el conjunto de núcleos de neurona con forma de dos almendras, localizadas a ambos lados del tálamo en el externó inferior del hipocampo. La amígdala forma parte del sistema límbico y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales, incluyendo los aspectos emocionales del recuerdo. 

 

Es una estructura muy pequeña y evolutivamente muy antigua. Dependiendo de su tamaño se puede identificar el carácter de una persona, si llega a atrofiarse la persona puede que sufra una seria dificultad en el reconocimiento de los peligros. 

Las funciones de la amígdala cerebral, es preservar la vida con los datos limitados y poco precisos de los que se dispone, lo que lleva a muchas reacciones incomprensibles para lo que están presenciando estas respuestas. Es importante, resaltar que lo que almacena la amígdala no se borra nunca más, porque de allí depende la supervivencia, sea a la vida o a la muerte, lo que lleva a la manifestación del egoísmo y hasta los momentos la humanidad fue movida por estos impulsos. 

Las valoraciones inconscientes son recuerdos emocionales que se almacenan en la amígdala, por lo tanto, funcionan de la siguiente manera, el hipocampo registra los hechos puros y la amígdala es la encargada de registrar el clima emocional que acompaña a estos hechos. Entonces, se puede decir que el hipocampo, es una estructura fundamental para reconocer un rostro de una persona excompañera de trabajo, pero allí cuando la amígdala le agrega el clima emocional al no agradarle mucho esta persona. Esto quiere decir, que el cerebro posee dos sistemas de registros, uno para los hechos ordinarios y otro para los recuerdos con una intensa carga emocional. 

La amígdala anticipa una respuesta emocional ante estos estímulos previamente detectados. Nos pone en marcha y prepara para este estímulo (puede generar taquicardia, tensión muscular, aumento de la respiración, dilatación pupilar, etc.). Otra de las funciones que tiene la amígdala, es la de consolidar y almacenar información emocional, experiencias emocionales que nos marcaron. 

Es importante destacar que sí hay malestar de estrés prolongado, que se sostiene en el tiempo, la amígdala se inflama comenzando inestabilizar el sistema nervioso, pudiendo causar ataques de pánico, que es muy común en la población de ahora. 

La relación de la amígdala con las emociones, se ha centrado en el estudio del condicionamiento del miedo, a través, del cual un estímulo emocionalmente neutro, es capaz de producir reacciones emocionales por su asociación temporal con un estímulo adverso. Se ha constatado que la amígdala, es necesaria para el aprendizaje y expresión de este condicionamiento, y por tanto está implicada en el aprendizaje emocional. En cuanto a la relación de la amígdala con la modulación de la memoria, hay que destacar los resultados que demuestran que ésta no es siempre necesaria para el aprendizaje y la memoria, pero sí para que se manifiesten los efectos moduladores sobre la memoria de diferentes sustancias. La amígdala modularía el almacenamiento de la memoria en otras zonas del encéfalo, como el núcleo caudado o el hipocampo. 

De esta manera se entiende que la amígdala cerebral es la encargada del almacenamiento y procesamiento de las respuestas emocional positivas y negativas a nivel consciente e inconsciente, es decir que la amígdala guarda y maneja las emociones más irracionales, regula las sensaciones, ayuda a solventar situaciones de estrés, miedo o peligro y da una visión equilibrada de lo que está sucediendo alrededor de las personas. 



 


 

 

 

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